Monday, March 7, 2011

Prehistoria


La Prehistoria es la edad mas antigua; recibe el nombre de "Prehistoria" porque su estudio no se basa en fuentes escritas (se distingue de la Historia porque esta si cuenta con fuentes escritas). Entonces para poder estudiar este período se recurre al análisis de la edad de las rocas y a su relación con los fósiles humanos encontrados, con restos de utencilios, armas, pinturas, etc...

 La Prehistoria se divide en tres períodos: 
Paleolítico: El Paleolítico es el período más antiguo de la historia de la humanidad. Va desde la aparición del ser humano hasta la invención de la agricultura, la ganadería, la cerámica y el telar.
Mesolítico: La transición del Paleolítico al Neolítico fue un proceso más o menos lento y con etapas intermedias. No es posible que un cambio tan radical sea repentino. Fue en 1887 cuando se descubrieron, en las cuevas de Mas d’Azil, pruebas de la existencia de culturas mixtas. Este periodo mesolítico comenzó hace unos 10000 años en el cercano oriente y hace unos 8000 en Europa.
Neolítico:  Las comunidades humanas dejarán de depender de la recolección, la caza y la pesca, para sobrevivir. Las culturas del Neolítico aprenderán a producir sus alimentos por medio de la agricultura y de la ganadería y los conservarán en recipientes de cerámica.  
Despues de estos tres períodos
aparece la edad de los metales; edad en la cual la curiosidad lleva a el hombre a fundir metales y utilizarlos fundiendolos y creando aleaciones.

Arte Prehistórico
El arte prehistórico nace y se desarrolla con la caza.


El conjunto de Lascaux en Dordoña. Una de sus particularidades es la incorporación de diferentes colores, además del negro y el rojo característicos del Paleolítico. Destacan el amarillo, el ocre, el pardo y el carmesí. Cabe destacar el extraordinario movimiento con que están representados. En la imagen se observa la plasmación de animales frecuentemente representados en el arte paleolítico, como es el caso del caballo.


Caballos, pintura de la cueva de Lascaux (Dordoña, Francia). La coloración y la definición del dibujo, su vientre, hocico, cola y crin suponen ya un profundo conocimiento técnico. La perspectiva empleada en la pintura y las imágenes sucesivas de animales que se encuentran en las paredes de la cueva son reveladoras de este hecho.


Felinos, pintura de la cueva de Combe d'Arc (Ardéche, Francia). El cazador que tuviera más facilidad para ser artista y chamán, para retratar de la forma más naturalista posible las presas o los animales que le rodeaban, se constituía en el líder. En esta imagen los felinos son representados con motas en el cuerpo y una gran cabeza, en un deseo por acercarse a la fisonomía animal.


Venus de Kostienki (Museo del Ermitage, San Petersburgo). Descubierta en 1908 por el profesor Szobarhy, está datada en 23000 a.C. De diez centímetros de altura, constituye una de las figuras femeninas más famosa de la Prehistoria. De aspecto naturalista y representando a una mujer obesa, está esculpida en piedra caliza eólica. Sus senos, sus caderas y su vientre, en relación con sus brazos, son exagerados, formándose una figura redonda y pequeña, maciza.


Bisontes de la cueva de Altamira (Cantabria). Todos los bisontes representados en la cueva adoptan distintas posiciones: unos se encuentran de pie y en reposo, otros se hallan echados o volviendo la cabeza, simulando su propio mugir. Los colores utilizados son el rojo, el castaño y el negro, aunque existen también algunos pintados sólo en negro. En la imagen se encuentra, así mismo, la voluntad por reflejar la sensación de movimiento y perspectiva: los cuernos, extraordinariamente bien dibujados, revelan un cierto sentido frontal.


Ciervo de la cueva de Parpalló (Museo de Prehistoria, Valencia). En esta cueva se hallaron centenares de pequeñas placas de piedra caliza, en las que aparecen representados, pintados o grabados, los animales que vivían en la zona. En esta área levantina española predominan las placas de piedra y el asta de ciervo para el arte mueble, a diferencia de la zona cantábrica, en que la piedra no es tan utilizada en beneficio del hueso.



Talla sobre dientes de mamut, del período auriñaciense, hallada en Baden-Wurtenberg (Alemania). Algunos detalles ejecutados por los cazadores paleolíticos son verdaderas obras de arte, miniaturas grabadas sobre cualquier pieza ósea que les recuerdan la caza y les preparan en un acto mágico para la misma. Los elementos de adorno, los dientes perforados y rematados para lucirse, son característicos de este período.


Cráneo neolítico procedente de Jericó (Museo Arqueológico, Ammán). Los primeros asentamientos permanentes se dieron en el llamado "Creciente Fértil", desde Palestina (Jericó) hasta Mesopotamia y el Golfo Pérsico, hace unos 10.000 años. En las aldeas de Jericó se han encontrado cráneos recubiertos de arcilla, bajo las casas; un culto a los muertos.



Bisonte tallado en una asta de reno procedente de Dordona (Francia) y hallado en la cueva de La Madeleine (Museo de Saint-Germain-en-Laye). El insólito gesto de la cabeza, que parece indicar que el animal intenta lamerse el flanco con la lengua, está condicionado por la forma del asta de reno. El arte prehistórico va adquiriendo con el tiempo cierta personalidad. La pieza tiene un tamaño de diez centímetros.


Vaso geminado con decoración cardial, procedente de la Cova de l'Or, Alicante (Museo Arqueológico, Valencia). La decoración era realizada por medio de incisiones practicadas con valvas de moluscos, con el borde de la concha del Cardium edule. Precisamente, la decoración cardial de la cerámica, ha sido uno de los hallazgos más importantes de este período. Aparecen grabadas diversas figuras antropomorfas, símbolos (geométricos y abstractos) y otros motivos que se relacionan directamente con el arte levantino.




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